Una órtesis es un dispositivo médico que uno se pone para sostener una articulación. La razón para usarla puede ser una falta de estabilidad o fuerza, o bien que la articulación duele o está inflamada. Una órtesis cuidadosamente tallada y correctamente ajustada restringirá todas las flexiones excesivas de la articulación sin impedir innecesariamente el patrón de movimiento requerido para un deporte en particular. Casi todas las órtesis trabajan aplicando presión externa, o compresión, y proporcionando soporte mecánico. Se pueden emplear las órtesis para sostener una variedad de articulaciones, como el tobillo, la rodilla, la muñeca, el codo, el hombro, el cuello y la zona lumbar.
Las órtesis son fáciles de ajustar y un recurso útil para ayudar a amortiguar la considerable cantidad de fuerza que se le impone a las articulaciones. Sin embargo, no están diseñadas para prevenir cualquier nueva lesión, obviamente. El efecto amortiguador no implica que se pueda eliminar el 100% de esas fuerzas, pero, por suerte, sí la mayoría de ellas. Los estudios científicos acerca de la articulación del tobillo han probado satisfactoriamente que tanto el encintado como las órtesis atenúan los movimientos de inversión no deseados. El efecto se mantiene cuando se hace ejercicio con carga, siempre y cuando la órtesis (o el encintado) esté correctamente aplicada. El efecto de una tobillera es prácticamente el mismo que el de encintar el tobillo. En pocas palabras, la ventaja de las órtesis es que irritan menos la piel, son fáciles de ajustar y son más baratas.